lunes, 5 de junio de 2017

Miro hacia delante y veo tantas oportunidades que casi me mareo, por Lucy Moretti




Miss Lucy's Teaching Fun nace como blog en 2008, cuando empecé a trabajar en una empresa que se dedicaba a impartir clases extraescolares de inglés en algunos colegios de Madrid.

La idea de abrir un blog, que mostrara al mundo cómo eran mis clases, fue algo natural que surgió por el simple hecho de que mi primera carrera universitaria fue la de diseño y, como bien se sabe en nuestro sector, los diseñadores necesitamos enseñar nuestro trabajo a través de portafolios online. Y eso hice: un portafolio que mostraba a otros profesores y maestros que una enseñanza del inglés más amena era posible.

Trabajar en la enseñanza extraescolar es muy formativo, si tienes la mente abierta y prestas atención a las dinámicas empresariales: los niños no están obligados a ir a clase y sus padres pagan solo si ven resultados y a sus hijos contentos. Por esta razón es imprescindible aprender a buscar los puntos fuertes y los lados positivos de cada estudiante: es a partir de ahí que como docente puedes enfocar la clase hacia él y darles los instrumentos personalizados que necesita para que aprenda.

Para subsanar la falta de formación como maestra - en esos años el simple hecho de hablar inglés ya te valía un puesto de trabajo como 'profe' -  me apunté a varios cursos para aprender sobre motivación, desarrollo psicofísico, animación a la lectura e, incluso, a uno de Matemáticas para niños de infantil: quería lograr participación, apego y diversión para mis alumnos, pero sobre todo evitarnos esos disgustos entre docentes y alumnos que te persiguen hasta tu vida adulta.

Todo eso, naturalmente, iba apareciendo en el blog, en forma de 'lesson plans' especialmente enfocados a las clases de infantil. Poco a poco se iban haciendo muy completos y dirigidos a todo tipo de inteligencias, antes de que la teoría de las inteligencias múltiples se diera a conocer: canciones, juegos, manualidades, cuentos, pequeñas obras de teatros, fichas, etc.

Muchos profesores se pusieron en contacto conmigo para pedirme ayuda, otros demostraron apreciar mucho mis ideas y materiales, el British Council me dio permiso para publicar mis posts en su muro del Facebook y ¿por qué negarlo? Este aprecio te anima a seguir, a pesar de que tus jefes te miren como el bicho raro de la empresa y no te reconozcan ningún mérito.

Después de los docentes, llegó el momento y la necesidad de pedir referencias a los padres porque quería finalmente trabajar por mi cuenta y tener más libertad de budget. Es innegable que el dinero que ganas con las clases para niños, cuando trabajas para una academia, a duras penas te da para sobrevivir y yo quería, no solo una vida digna, sino también tener tiempo y dinero que invertir en material para mis clases y más formación, puesto que la extrema personalización que ofrezco requiere muchos recursos.

Esa fue la razón por la que decidí que era importante abrir otro blog en castellano, además de darme de alta como autónomo, of course. En este nuevo blog, Mi Hijo Habla Inglés, cuyos lectores iban a ser exclusivamente mis potenciales clientes, dediqué una sección a los comentarios de los padres de mis alumnos para disponer de referencias inmediatas que me dieran credibilidad no obstante la virtualidad del entorno.

Gracias a este paso pude ampliar mi actividad, mi horario lectivo, mis recursos materiales y humanos y todo iba bien. Pero, aún había algo que no estaba encajando. Mis intuiciones sobre la educación no iban a ser tomadas en serio por ningún profesional del sector y menos por los padres de mis alumnos, hasta que no fuera respaldada por un título universitario oficial. Aunque se sabe que uno de los pasos más importantes para tener éxito cuando tienes un negocio online es demostrar tu credibilidad en la red, yo personalmente no creo sea suficiente, por el simple hecho de que considero este medio algo extremadamente temporal, como toda la tecnología. Así que decidí dar un paso más en mi formación y me apunté al grado de Magisterio para Primaria: en dos años de clases no solamente he averiguado que mis intuiciones están perfectamente en línea con las más modernas teorías sobre aprendizaje (Vygotsky y el andamiaje, para los que quieran investigar el tema), sino que también he podido entender más y mejor el cambiante sistema escolar español, mis alumnos y sus necesidades.

Actualmente me faltan 3 exámenes y el TFG para graduarme. Sigo con mis clases y mi vida algo más precaria de lo que me gustaría. Cuando miro hacia atrás veo un largo y a veces duro recorrido en el cual abandoné lo que me hacía infeliz, veo a mis alumnos alegres y motivados, a muchos padres y  colegas docentes agradecidos.  Mientras que cuando miro hacia delante veo tantas oportunidades que casi me mareo, pero esa visión ya no me asusta, porque sé que siempre habrán las sonrisas de mis alumnos a indicarme el camino correcto.