Su formación como farmacéutica fue la base para poner en marcha Olivolea, una marca de cosmética natural pensaba para pieles sensibles, delicadas y estropeadas o dañadas, y el nacimiento de su hija un ensayo de cómo serían estos productos. Pero todo esto no hubiese sido posible sin sus ganas, su persistencia y su gran optimismo. “Soy de la opinión de que hay que ver la vida con ilusión por muy torcida que se ponga. De los momentos malos siempre sacas cosas positivas”. Y con este pensamiento e ilusión ha llegado hasta hoy. Belén Castro nos habla de su experiencia como emprendedora valiente y decidida.
Para ponernos en situación, ¿qué es Olivolea?
Belén Castro: Mi pasión por el aceite de oliva y
por sus propiedades me llevo a desarrollar la primera formula
magistral de Olivolea. La cosmética de Olivolea es una cosmética
pensada y desarrollada para las pieles más delicadas, pieles
sensibles y pieles muy estropeadas o dañadas.
Su origen parte de una semilla
familiar, pero.. ¿Cuándo y cómo decides convertirte en emprendedora
y crear tu propia marca de productos cosméticos?
Belén Castro: Mi profesión como farmacéutica y la
especialidad en Dermofarmacia fueron los comienzos de un proyecto que
presenté hace más de diez años al terminar un programa de Alta
Dirección de Empresa y que siempre quise llevar a cabo. Tener la
posibilidad de iniciar y diseñar un proyecto de empresa como
Olivolea ha sido un reto, liderar su ejecución una gran
oportunidad, y al mismo tiempo un ejercicio de gran responsabilidad. El embarazo de mi hija Marta fue el
momento ideal para utilizar productos elaborados por mí donde, además
de ser naturales y formulados con las propiedades que buscaba, me
sintiese tranquila y segura de que serían adecuados para mi piel y
para la piel de mi bebé. El ser madre me hizo valorar muchísimo
la responsabilidad de edificar la vida que realmente quiero llevar y
la necesidad de aprender a valorar el equilibrio entre la vida
personal y profesional.
¿Qué es lo
más difícil de empezar a empreder? ¿Y la parte más positiva? Porque me imagino que la habrá?
Belén Castro: Los
primeros años son muy difíciles para cualquier empresa y más en
este sector. Hemos cometido muchos errores y hemos necesitado tiempo
para comenzar a ver algunos resultados positivos, pero tengo mucho
tesón y me considero una mujer luchadora. Las mayores dificultades fueron en los inicios, para todo el tema de la distribución farmacéutica.
Distribuir con las grandes es imposible por los márgenes que llevan
y las condiciones implícitas. Es un sector donde existe muchísima
competencia y no podemos negociar con esos márgenes tan elevados
para nosotros, al menos en este momento. Por ello hemos
tenido que cambiar la estrategia comercial de nuestra empresa y crear una plataforma de comercio electrónico para llegar al
cliente/paciente directamente y en 24 horas darles un servicio
personalizado. Seguimos
trabajando directamente con farmacias especializadas y vamos llegando
a nuevas farmacias poco a poco. Lo mejor, cada
paciente que me escribe hablando positivamente del uso de nuestras
cremas. Además la
puesta incondicional de cada médico y de cada farmacéutico por
Olivolea.
Desde que empezaste hasta ahora,
¿has pensado en algún momento tirar la toalla?
Belén Castro: Monté la
empresa que quería y la que me ilusiona más cada día. Hay momentos de
desaliento y desánimo, pero creo en lo que hago. Soy constante y
perseverante. Si no funciona, pues no pasa nada, se asume el
fracaso, pero al menos quiero estar tranquila por haberlo intentado.
¿Qué apoyos has tenido?
Belén Castro: El fundamental y único, el de mi
familia.
Emprendedora y madre de familia,
¿tener tu propio negocio es la mejor fórmula para conciliar?
Belén Castro: Olivolea supone un fuerte compromiso
emocional y personal para mí. Creo que en mi caso es la mejor
fórmula sin duda para dedicarme a mi familia y seguir con mi vida
profesional.
Tu negocio está enfocado en la
venta de productos a través de tienda física y online. En este
sentido, ¿qué papel han jugado las nuevas tecnologías en el
desarrollo de tu negocio?
Belén Castro: Las nuevas tecnologías influyen en los
canales de distribución actuales y futuros. Y crean nuevas
oportunidades de negocio. En nuestro caso,
fundamentalmente, nos ayudan a dar un servicio más personalizado a
nuestros clientes.
Por último, ¿algún consejo para
gente que esté pensando en emprender y tenga dudas?
Belén Castro: Que apuesten con
mucha cabeza y que pongan mucho corazón, pero con los números sobre
la mesa. La perseverancia en el trabajo es fundamental y la pasión
por lo que haces es la esencia que lo hace único.
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